“No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.” Deuteronomio 23:2 RVR1960 En la Biblia si se menciona el caso de “maldiciones generacionales” y en varios lugares, por ejemplo, Éxodo 20:5 (yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen –véase también Éxodo 34;7; Números 14:18 y Deuteronomio 5:9). Clarificamos que Dios declara que los efectos del pecado son sufridos una generación tras la otra. Cuando un padre vive una vida disoluta, los hijos sufrirán las consecuencias, y hasta podrían imitar y repetir los pecados de sus padres. Hasta ahí solo se puede llevar esa noción de que los hijos sufren las maldiciones de los padres. A su vez podemos entender que porque todos están pecando y repitiendo los mismos pecados, Dios es justo en castigarlos generación tras generación. Deuteronomio 24:16: “L