“Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará”.
(Mateo 6:6 NTV)
Por estos días intenté recordar la primera conversación que tuve con Dios, y buscando en el baúl de los recuerdos, vino a mi mente cuando tenía quizá unos 5 o 6 años, y observaba que cada noche, mi papá se arrodillaba en nuestra cama y empezaba hablar con alguien, yo la verdad no sabía quién era esta persona con la que él hablaba, pero veía como mi papá ponía su confianza y descargaba sus preocupaciones, ansiedades y miedos en él. Tiempo después mi papá me enseñó a hablar con ese Dios, entonces juntos nos arrodillábamos y hablábamos con él, la verdad les quiero ser muy sincero, mis oraciones eran las oraciones de cualquier niño de 6 años, yo no conocía doctrina, yo no tenía un amplio discurso para impresionar a Dios, yo simplemente no dudaba, yo creía.
Cuando recordaba esto, le pregunte a Dios si el escuchaba esas oraciones tan básicas, tan sencillas, pero sobre todo tan sinceras, y la respuesta fue un claro y rotundo SI, ¿y saben? , desde ese día he buscado que mis conversaciones sean tan reales y sinceras, como las de aquel niño de 6 años que se arrodillaba a orar con su papá.
Habitualmente la gente se pregunta ¿cómo comunicarme con Dios?, y la respuesta es fácil, orar es hablar con Dios, pero no estoy hablando de conversaciones vánales o superficiales, estoy hablando de conversaciones del alma, conversaciones que desnudan quienes somos, conversaciones que dejan entrever nuestra innegable necesidad por conectarnos con Dios. Me encanta la parábola que Jesús utiliza en Lucas 18:9, porque habla de dos tipos de oraciones la primera es la de un fariseo por medio de la cual se exalta a sí mismo, exalta sus cualidades y virtudes, una oración a la que llamaremos “oración superficial”, y esta la otra oración, y es la de un recaudador de impuestos, y en lo personal esta es una de mis oraciones favoritas, ya que es una conversación que nace desde las entrañas, es una oración por medio de la cual el recaudador reconoce su estado, reconoce su completa necesidad por Dios, una oración de humillación, es pocas palabras es una oración sincera, y me sorprende como Jesús utiliza esta oración para exaltar las conversaciones que nacen de los más profundo de nuestro ser.
Cuando leemos Mateo 6:6, es fácil evidenciar como Dios quiere una relación, quizás Usted me diga, "¡No!" Pero yo si soy sincero con Dios, lo que sucede es que ser sincero es el primer paso, lo segundo es lo que Jesús nos enseña, Dios quiere:
• Sinceridad
• Relación
• Intimidad
• Tiempo
La verdad es que no le puedo dar una fórmula mágica por medio de la cual usted se pueda comunicar con Dios, solamente le puedo decir que después de más de 15 años de la primera vez que ore, entendí que a diario debía cultivar una relación con Dios, partiendo desde la sinceridad y tiempo de intimidad con él, no sé si usted nunca ha hablado con Dios, o si quizás lo ha hecho de una manera monótona y superficial, pero hoy lo invito a que tenga una verdadera comunicación con Él.
Si no sabe cómo hacerlo, lo invito a que siga estas recomendaciones:
• Escoja un lugar donde va entrar continuamente en relación con Dios puede ser su habitación o quizás el baño de su casa, lo importante es que este sea un espacio de quietud.
• Tenga un tiempo de adoración, por medio del cual la presencia de Dios pueda venir al lugar en donde Usted se encuentra.
• Empiece hablar con Dios, y sea sincero.
• Por último, cultive todos los días esta relación.
Felipe Mercado
En este tiempo Dios quiere recordarnos que la mejor forma de buscarlo es en la intimidad, en lo secreto, donde nadie más puede vernos y de esta manera cultivar la relación más hermosa de todas... La de Padre e hijo.
ResponderEliminarQue hermoso es saber que Dios nos escucha
ResponderEliminarGracias. La oración, arma secreta que Dios nos da para refugiarnos en El y recibir de su poder.
ResponderEliminarOrlando Bermúdez
ResponderEliminarOración sincera y sencilla, agrada a Dios.
Que bonito Pipe y más saber que has perseverado en la oración que toca a el corazón de DIOS. No hay lugar más altos más grande que estar a sus pies...
ResponderEliminarMartha Castañeda
Primoo así es. No hay ninguna fórmula el es nuestro fiel amigo más que teorías es el corazón el que Dios ve y escucha.
ResponderEliminarLa oración es como nos comunicamos con Dios en esa intimidad
ResponderEliminar...
Una intimidad genuina es la que nos acerca al corazón de Dios. Debemos ser como niños en la sencillez y humildad. Gran enseñanza pipe
ResponderEliminarDefinitivamente cuando oremos con Dios debemos ser muy sinceros, asi su respuesta será igualmenri sincera
ResponderEliminarExcelente post Felipe, no hay Amor más grande y honesto que el Amor del Padre, No hay felicidad más grande que nosotros como hij@ nos podamos acercar a Él en libertad, confianza y plena sencillez. Gracias por compartir.
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