“No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron”.
(Josué 21:45)
En el año de 1985 la compañía Coca Cola lanzó una campaña que se llamó "El nuevo sabor de Coca Cola" y fue un fracaso total hasta el punto de que Fidel Castro, que era un reconocido consumidor de la bebida, dijo que el nuevo sabor de Coca Cola era una muestra más de la decadencia capitalista.
Esta campaña fue un rotundo fracaso pues les tocó regresar al sabor anterior y perdieron muchísimos millones de dólares y clientes. Cuando Dios nos promete que nos da algo, no nos está diciendo que simplemente pongamos las manos y lo recibamos. En el caso del pueblo de Israel cuando Dios les prometió una tierra que fluye leche y miel no les estaba diciendo “llegó el momento de que entran a esta tierra con sus pintas de turistas, gafas oscuras y cámara fotográfica colgada en el cuello, vayan a conocer esta tierra vacacional de felicidad y bienestar”. Sino que más bien les dijo “vayan y peleen para conquistarla, porque la campaña que ustedes emprendan para conquistar esta tierra, no fracasará, sino que les garantizo que será un éxito, tendrán que luchar, tendrán que batallar, enfrentarán Gigantes y diversas dificultades pero tengan la seguridad de que al final obtendrán la tierra prometida que yo he declarado que les doy a ustedes y a sus padres”, de una manera similar sucede con algunas cosas que Dios nos promete; algunas son regalos inmediatos de Dios pero por otras tenemos que luchar, sin embargo, cuando hay una promesa de por medio tenemos la certeza de que nuestra lucha, nuestro esfuerzo, nuestra batalla, no será en vano sino que al final obtendremos la victoria porque es la voluntad de Dios. Así que en el caso de muchas de las promesas que Dios nos ha dado y profecías que Dios ha declarado sobre nuestras vidas, no se trata de cosas que vayan a suceder de manera automática, sino que por medio tiene que estar nuestra intercesión, nuestra oración y nuestro esfuerzo por conseguirlas, con la certeza de que Dios ha prometido que nuestro esfuerzo no será en vano, sino que al final conquistaremos lo que nos hemos propuesto, pues Él lo ha prometido
-Alex y Leonor Ardilla
Levantemos a conquistar!!!
ResponderEliminarEl pelea nuestras batallas !!
ResponderEliminarContar con el respaldo de una promesa de Dios, significa asegurar las baterías recargadas para atravesar el camino que nos conducirá a la meta.
ResponderEliminarAmén.
ResponderEliminarLuchar para conquistar!!!!!
Que el señor nos ayude a conquistar sus bendiciones
ResponderEliminarAmén
ResponderEliminarAsí es Alex y Leito. La promesa es lo que necesitamos para avanzar' sin temor' ni duda a pesar de las dificultades. Hay que reclamarlas en todo tiempo. 😘
ResponderEliminarMartha Castañeda
Declarar las y reclamarlas en todo tiempo..
ResponderEliminarGracias. Dios nos manda a ser esforzados y valientes para conquistar nuestra tierra prometida.
ResponderEliminarOrlando Bermúdez
ResponderEliminarDios es fiel con las promesas, y esta con nosotros para que las conquistemos en las batallas diarias.
Debemos luchar por nuestras promesas, no solamente esperar que lleguen.
ResponderEliminarAunque quisiéramos evitar el "proceso" para ir por las promesas, y recibirlas de ganga, la verdad no aprenderíamos a tener un corazón agradecido Y dispuesto a conquistar. Hermosa adoradora.
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