CAMBIO DE PLANES

Jeremías 29: NVI Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Un plan es una intención o un proyecto que buscamos lograr y tenemos posibilidades de ejecutar .En cada área de nuestras vidas siempre tenemos planes y proyectos que queremos llevar a cabo: Planes intelectuales, profesionales, laborales, sentimentales.  Planeamos de acuerdo a los deseos de nuestro corazón y la mayoría de las veces sin tener en cuenta a Dios.

Es más, sostenemos que si una puerta se abre o una situación se presenta con facilidad es porque Dios nos está respaldando.  Pero es entonces cuando Dios tiene que cambiar nuestros planes y  el cambio nos causa dolor y nos sentimos fracasados.

Moisés  y su familia tenían un plan para su vida: Él sería el Faraón que sucedería en el trono pero  el plan de Dios era hacerlo el libertador del pueblo de Israel y para ello tuvo que llevarlo al desierto durante 40 años para allí formar su carácter. María planeaba casarse con José y formar una familia feliz pero Dios planeaba la salvación de la humanidad y para lograr su propósito la uso como la mujer que daría a luz a Jesús y no precisamente a través de José sino del Espíritu santo pero verse abocada a esa situación aunque causó la alegría más grande que una mujer pudiese experimentar también provocó un profundo dolor en medio del proceso: el verse rechazada, enjuiciada y cuestionada. 

Gedeón planeaba cuidar la provisión de su familia escondiendo el trigo en el lagar pero el plan de Dios era dar una victoria estruendosa a través de él sobre   Madián  que había oprimido a Israel durante 7 años y para ello tuvo que sacarlo de su escondite y enfrentarlo con pocos a un ejército mucho más grande.

Qué es lo que tú has planeado para tu vida y que Dios está desbaratando para darte algo mayor y quizá el dolor de no entender el propósito de Dios está atravesando tu corazón? Quizá en este tiempo has visto cómo tu negocio, tus planes económicos, familiares, ministeriales se han desbaratado.

Querido amigo lo importante es ver que si nuestros planes no son los de Dios y que aunque hemos planeado sin tenerle en cuenta ni consultar con su palabra, obstinados en nuestro camino, sus planes para nuestras vidas siempre serán mayores y mejores que los que nosotros hayamos previsto. Así lo hizo con Moisés, Gedeón, María y así lo hará con nosotros.

Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no puede dar fruto pero cuando morimos a nuestros deseos y a nuestra manera entonces es cuando permitimos que Dios nos muestre sus planes de bienestar a fin de darnos un futuro y una esperanza.