“Y levantándose, vino a su padre, y cuando aún estaba lejos lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. (Lucas 15:20) En este capítulo, vemos como el Padre (Dios) por su inmenso amor y misericordia no le importó, ni cuestionó la condición en la que se encontraba este joven perdido, lo más importante para el padre fue su regreso, quien inmediatamente le recibe con sus brazos abiertos y le perdona. (Juan 3:16) nos muestra como Dios por amor a cada uno entregó a su único hijo, para aquel que en él crea “No se pierda”, sino que tenga vida eterna. Lo mismo nos puede suceder a cada uno de nosotros cuándo nos apartamos de nuestro Padre Dios llevando una vida de pecado, alejándonos de Él, pero cuando reconocemos nuestra falta y nos arrepentimos, siempre tenemos en Él su amor y misericordia. Su amor es tan grande que no nos cuestiona, no nos pide explicaciones, por el contrario se regocija de nuestra actitud hacia Él (humildad). Querido L...
Mi Pipe. Supe desde el principio que eras tu. Que lindo escrito y cada experiencia que nos compartes. En realidad vivir el perdón, el abrazo, la dirección y la presencia de DIOS es incomparable.
ResponderEliminarGracias. 🤗
"pronto podremos ver su gloria manifestada en nuestras vidas" la gloria de Dios puede sonar tan complejo, pero se trata de guardar silencio y dejar que él se manifieste, sin nuestra intervencion. Gracias pipe.
ResponderEliminarGracias Dios por tu presencia cada día te amo con todo mi corazón 🙏🙌
ResponderEliminarPor eso, si quizás has tratado de encontrar a ese Dios real, te recomiendo no complicarte mucho, por lo general Dios actúa cuando menos lo esperamos.Que bonito hermano bendiciones gracias por tan Bonita mensaje
ResponderEliminar