En alguna ocasión, dos pacientes fueron diagnosticados el mismo día; uno de ellos estaba seriamente enfermo, sin ninguna esperanza, según se creía; el otro no tenía nada serio y se esperaba que pronto sanara. Ambos diagnósticos se enviaron a estos dos pacientes en sobres equivocados. El enfermo que no tenía esperanza de salvarse se recobró, pero el otro murió. Murió de miedo, no de enfermedad.
Cuando escuchamos lo que el mundo dice (enfermedad, muerte, quiebra financiera, crisis, etc.), rápidamente podemos crear en nuestra mente un diagnóstico negativo, generando ansiedad, que incluso nos hace pensar que es incontrolable. Sin embargo, cuando leemos la Biblia nos encontramos con lo que esta canción describe así…
Malas noticias escucho todo el día,
la gente se alarma por rumores,
Pero no saben que hay un Dios que se ocupa de todas sus situaciones,
Saca el temor y perdona la culpa de sus errores.
Camino tranquilo, del miedo me río, confío en ti
No le temo a morir, elijo vivir, yo confío en ti.
Tu amor quita el temor, Sana mi dolor
Estás tan cerca, amo escuchar tu voz.
Tu amor me hace fuerte
Tu amor me levanta
Tu amor me sostiene
Tu amor es todo lo que me hace falta
Tu amor me da vida.
Eres tú mi bendición
Con tu luz vas alumbrando a donde yo voy
Tu justicia permanece, por ti soy quien soy
Mi corazón sigue firme pues confío en ti
No tengo porque temer pues tú cuidas de mí
Contigo voy seguro, no desmayaré
En ti siempre confiaré y a ti te exaltaré
Tú me haces fuerte y a tu lado yo caminaré.
Estar sanos de la ansiedad requiere pensamientos saludables. Imagina que tus pensamientos son como aviones sobrevolando un aeropuerto muy concurrido y tú eres el controlador de tráfico aéreo de ese aeropuerto. Debes decidir qué pensamientos dejas aterrizar y cuáles dejas ir.
Oración:
Señor, Ayúdanos a hacer lo mejor que podamos este día, y a estar contentos con los afanes del día, sin que pidamos prestadas las tribulaciones de mañana. No nos dejes caer en el pecado de la ansiedad, para que las úlceras de estómago no sean la puerta abierta de nuestra falta de fe.
“echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque Él tiene cuidado de vosotros”
(1 Pedro 5:7)
-Leonardo y Carolina Rodriguez
Amén.
ResponderEliminarEn ocasiones permitimos que el temor y la ansiedad entren en nosotros, pero Dios con su infinito amor nos toma de la mano y nos recuerda que nunca hemos estado solos.
El señor nos libre de toda ansiedad y nos bendiga con su paz
ResponderEliminarAsí es, porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. Debemos confiar en Él, que nos sacará victoriosos de toda prueba.
ResponderEliminarLeo y Caro, anoche presente un episodio de ansiedad y se me adormecio la cara. Hoy Dios me habla atravez de esta enseñanza. No debo pecar pensando que va a pasar mañana🌺
ResponderEliminarQue Que belleza Leo y Carito. Son poetas
ResponderEliminarLo opuesto a la confianza es el miedo o la ansiedad. No es sorprendente entonces que Dios no solamente nos invite a tener confianza por Cristo y su reino, sino también nos ayuda a liberarnos del miedo y la ansiedad. Dándonos valentía y llevando nuestros miedos son dos formas de hacer lo mismo.
ResponderEliminarLa principal razón por la que debemos confiar en Dios es que Él es digno de nuestra confianza. A diferencia de los hombres, Él nunca miente y nunca falla para cumplir con Sus promesas. "Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" (Números 23:19; Salmo 89:34). A diferencia de los hombres, Él tiene el poder para llevar a cabo todo lo que planea y propone hacer. Isaías 14:24 nos dice, "Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado". Además, sus planes son perfectos, santos y justos, y “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Si nos esforzamos en conocer a Dios a través de Su Palabra, vamos a ver que Él es digno de nuestra confianza y nuestra confianza en Él crecerá diariamente. Conocerlo es confiar en Él.
ResponderEliminarCiertamente la ansiedad y el desespero traen enfermedad y más en estos tiempos de pandemia. Sin embargo, debemos poner nuestro ojos en Dios y no en las circunstancia. “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:2
ResponderEliminarAmen
ResponderEliminarMaribel Ramirez