Durante tantos años sirviéndole a Dios, hay una frase que retumba todos los días en mi cabeza; “no hay mayor silencio en nuestra alma, que cuando Dios se queda callado”, pero no estoy hablando de un silencio ausente, estoy hablando de un silencio de formación, de aprender y de creer.
Siempre me ha parecido curioso los silencios de Dios, porque a lo largo de toda la biblia los hemos visto, el silencio de un José en la cárcel, sin entender cuando se cumpliría la promesa que recibió cuando tenía diecisiete años, el silencio previo a que Sadrac, Mesac y Abed-nego entraran en el horno de fuego por no negociar sus principios, el silencio en un foso lleno de leones, y claro, no olvidemos el silencio que los apóstoles sintieron cuando Jesús calmo la tormenta en Marcos 4, me impacta ver como el común denominador de todos estos “silencios” reflejan el amor de Dios.
Como cristianos habitualmente idealizamos los milagros o las conquistas que peleamos en oración, y no me mal entiendan, Dios es lo suficientemente grande para romper cualquier expectativa que nosotros tengamos sobre él, sin embargo, siempre he creído que él prefiere en muchos casos quedarse callado, reservar esa manifestación que nosotros con insistencia le pedimos, y ver nuestra reacción al quedarse en silencio, y esto lo entendí en largos procesos de formación en los que rogaba por un milagro donde los ángeles bajaran, y los muertos resucitaran, pero saben que paso, ¡NADA!, porque Dios me tuvo que formar en el silenció, cuando nada sucedida.
En el libro de Hechos de los apóstoles hay una historia que me encanta, y es la del capítulo 16, narra como Pablo y Silas habían sido golpeados y arrestados por reprender un espíritu de adivinación, una vez encarcelados llego la media noche y ellos empezaron adorar a Dios, y saben, muchas veces me pregunte como era posible de que ellos pudieran adorar y confiar en Dios aun con su cuerpo flagelado y encontrándose en una situación que quizás ninguno de nosotros quisiéramos estar, porque podemos decir que ellos si habían escuchado el silencio de Dios. Pero comprendí algo, y es que aun cuando no escuchamos nada, debemos descansar, y hablo de descansar en Dios, porque aunque para el mundo era ilógico que estos hombres golpeados adoraran, cuando ellos descansaron en Dios, consiguieron la victoria, la biblia narra como Pablo y Silas empezaron a orar y glorificar el nombre de Dios, y sucedió lo impensable, un TERREMOTO, que quebró los grilletes de la cárcel y abrió sus puertas.
Saben, cuando aprendemos a descansar en Dios, entendemos que él nunca se ha ido, que aunque este en silencio él guarda de nosotros, entendemos que nuestra adoración y nuestra suplica no dependen de si los ángeles bajan y lo sobrenatural sucede, porque Dios también quiere que aprendamos a descansar en su silencio, ya que una vez aprendemos a confiar en él, el hace lo imposible, la llamada que nunca esperábamos, los resultados que pensábamos que saldrían negativos, la vacante a la que aplicamos hace más de 3 meses, o quizás, el milagro en el que ya no creíamos. Porque amigo, si hay algo seguro para los que somos hijos de Dios, ¡¡¡es que NO DUERME EL QUE NOS CUIDA!!!
Si en este tiempo has sentido la desesperanza, cansancio espiritual y que no hay solución, te invito a que hagas dos cosas:
- Ve al Blog que dos grandes amigos escribieron para ti “DIOS DISEÑO EL DESCANSO”, https://tomandomeuncafeconjesus.blogspot.com/2020/08/dios-diseno-el-descanso.html.
- Si ya te pasaste por esté increíble Blog, descansa en el silencio de Dios, adórale, entrégate como lo hicieron Pablo y Silas, que aunque quizás no escuchaban ninguna respuesta por parte de Dios, ellos decidieron glorificarlo, sabiendo que no duerme el que nos cuida, y que él tiene el control.
Ahora bien, no te quiero engañar, no te voy a decir que quizás las cosas de un día para otro mejoren, o que quizás como por arte de magia mañana te levantes y tus problemas se hayan solucionado, lo más probable es que debas seguir creyendo en tu milagro, descansando en que Dios tienen el control y recordando lo siguiente:
“ (…) quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” Filipenses 1:6
¡¡¡Persevera!!!
-Felipe Mercado
Amigo Felipe gracias Dios te bendiga bendiciones
ResponderEliminarExcelente reflexión la de hoy, gracias !!! Es verdad ...no duerme El que me cuida 💪🏼🙌🏼
ResponderEliminarAmen
ResponderEliminarQue Bendición este blog Dios te Bendiga Damaris González Pérez
ResponderEliminarAsí es 👏
ResponderEliminarQue importante que nosotros también aprendamos a guardar silencio mientras esperamos sus palabras.
ResponderEliminarAmen
ResponderEliminarEl le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva.
ResponderEliminar1 Reyes 19:11-13
Que lindo mi Pipe. De verdad que tienes una tremenda sensibilidad para con DIOS y es cierto hay silencios nos sentimos abandonados pero cuando llegan las respuestas, el gozo y las ganas de compartir la intervención del señor son más grandes. Siempre es necesario glorificarloa el. Te quiero mucho amigo, luego te contare algo. Un abrazo.
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