Ir al contenido principal

M E N T E DE R E I N O

LUCAS 15:11-32

 Para esta historia los protagonistas se llamarán Carlos y William. Este par de jóvenes tenían una vida perfecta, nacieron siendo anhelados, su infancia y juventud la vivieron en sobreabundancia de todo bien.

Su Padre era el dueño de una gran hacienda ubicada en un lugar con clima envidiable, los recuerdos que Carlos y William atesoraban de su niñez eran: jugar, nadar, correr, montar a caballo y no conocer los límites naturales de ésta gran hacienda, ni siquiera conocieron las necesidades de otros niños, no experimentaron enfermedades ni dolor físico.

Su Padre les enseñó a administrar sabiamente todas sus propiedades. Si hubiesen querido, habrían podido fortalecer y engrandecer todas estas riquezas.

Pero un día Carlos tomó una decisión que no estaba conforme a toda ésta maravillosa vida.

Carlos sabía lo que tenía, y lo reclamó a su Padre, a él no le interesaba administrar toda esta riqueza que le estaban endosando, sólo quería disfrutar, gozar, pasarla muy bien, tal vez su Padre trató de convencerlo, pero él impuso su voluntad…y entonces: “Se fue tras su libertad”.

William se quedó abnegado trabajando en la hacienda, desde la madrugada hasta el anochecer. No sabía cuál era su herencia, ni de qué podía disponer. No disfrutaba de la compañía de su papá ni tampoco le interesaba la vida de su hermano, “Sólo trabajaba”.

Al igual que en la historia nosotros también habitamos en ésta gran hacienda que es el Reino establecido por Dios.

Entonces:

.- ¿A qué tengo derecho?

.- ¿Cuántos bienes poseo?

.- ¿En qué puedo invertir?

El secreto para conocer las riquezas de éste reino es tener una relación estrecha con mi Padre que es el dueño de la hacienda.

Para poseerlas: la moneda se llama fe.

Puedo invertir hasta donde mis sueños alcancen.



ORACIÓN

Señor hoy con sencillez y nobleza de corazón voy hacia ti, de éste lugar no me quiero apartar jamás. Enséñame a alcanzar lo que tú tienes para mí y a administrar en excelencia como para ti.

Quiero amar lo que tu amas y compartirlo con muchos más. En el nombre de Jesús.


FLOR MARINA CORTÉS AMÓRTEGUI






Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

VOLVIENDO A LOS BRAZOS DE NUESTRO PADRE DIOS

“Y levantándose, vino a su padre, y cuando aún estaba lejos lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. (Lucas 15:20) En este capítulo, vemos como el Padre (Dios) por su inmenso amor y misericordia no le importó, ni cuestionó la condición en la que se encontraba este joven perdido, lo más importante para el padre fue su regreso, quien inmediatamente le recibe con sus brazos abiertos y le perdona. (Juan 3:16) nos muestra como Dios por amor a cada uno entregó a su único hijo, para aquel que en él crea “No se pierda”, sino que tenga vida eterna. Lo mismo nos puede suceder a cada uno de nosotros cuándo nos apartamos de nuestro Padre Dios llevando una vida de pecado, alejándonos de Él, pero cuando reconocemos nuestra falta y nos arrepentimos, siempre tenemos en Él su amor y misericordia. Su amor es tan grande que no nos cuestiona, no nos pide explicaciones, por el contrario se regocija de nuestra actitud hacia Él (humildad). Querido L...

¿NUESTRO CORAZÓN ES EL ALTAR DE DIOS?

ISAÍAS 29:13-14 “13  Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14  por tanto, he aquí que nuevamente excitare yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.” Cuando DIOS me dio esta palabra entendí que aun cuando estábamos en la iglesia, en las reuniones, muchas veces sólo asistíamos más por hábito,  que otra cosa, tal vez porque te sentías bien estando en  ese lugar, pero no porque tuvieras  un verdadero deseo en tu corazón de buscar una palabra de parte de DIOS, ya que estando ahí solo te preocupabas de que llegaran tus discípulos o de servir o estar pendiente de lo que te dijera tu líder o pastor o por las preocupaciones del mundo, pero no te preocupabas por ad...

CREYENDO EN LAS PROMESAS DE DIOS

"Promesas" ... Sé que Dios te ha dado tantas promesas a lo largo de tu vida , que tal vez por el tiempo o por lo que has tenido que pasar   te has olvidado de ellas. Conocemos la historia de Abraham y Sara, que Dios les dio la promesa de que iban a tener un hijo   y   que su descendencia iba a ser numerosa Génesis 17:3-9, en un principio no creían en esa promesa por qué les parecía algo imposible pues ya eran avanzados de edad y Sara era estéril. Pero ¿Que sucedió?... Abraham necesitaba fe para poder creer en esa promesa, puede que Abraham y Sara se hubieran rendido por las circunstancias difíciles o por el tiempo que había pasado ... pero decidieron creer en esa promesa y poner su confianza en Dios.  Sabes, creer en las promesas de Dios también significa esperar con alegría, Cuando tenía 13 años Dios me dio una promesa en Isaías 10:27, y él me decía que a través de la unción que el derramará sobre mí, el quitaría el yugo... Y yo le creí, pero en esos mismo...