Ir al contenido principal

PRIMER MINISTERIO

 En Mateo 22: 37 al 38, el señor Jesús nos enseñó el segundo más grande de los mandamientos: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” este versículo es muy conocido por todos los cristianos y hasta los no cristianos, pero, ¿si lo hemos comprendido en su totalidad?, la anterior pregunta se debe a que muchos creemos que amar al prójimo es amar al desvalido o al que está en necesidad, que en realidad puede entrar en este mandamiento, pero este versículo es aún más profundo, para ello empezaremos por estudiar qué quiere decir prójimo, una vez buscado este término se puedo encontrar que prójimo es un concepto, etimológicamente familiar con próximo, que puede utilizarse como sinónimo de semejante, cercano o vecino. Es decir que el prójimo quiere decir próximo o cercano.

Una persona cercana la podemos encontrar en la universidad, trabajo, vecinos, trabajo, pero si somos mas precisos, las personas más próximas o cercanas en nuestra vida es la familia, así que podemos afirmar con total certeza que el principal de los mandamientos del señor es” ama a tu familia como a ti mismo, pero aquí nos preguntaremos ¿quién no ama a su familia? Pues se podría afirmar que la mayoría de personas puede querer o tener un gran aprecio por su familia y nos volveríamos a preguntar: “¿para qué Jesús manda que amemos a nuestra familia, si esto es  algo inherente a los sentimientos del ser humano?“ pues la respuesta está en que Jesús, siendo el señor de los extremos y con esto me refiero que no va con Dios las tibiezas, quiere que amemos a nuestra familia con un valor agregado que nos lleva al extremo y es: amar a nuestras familias como nos amamos a nosotros mismo, es decir tener a nuestra familia como nuestro primer ministerio.

Es decir que por lo primero que el señor nos pedirá cuenta cuando estemos en su presencia es: ¿amaste a tu familia de tal modo como te amabas a ti mismos?, (dado que nuestro primer ministerio es LA FAMILIA), entonces esta pregunta solo se responderá si a nuestro lado está una familia consagrada al señor, salva y en unidad, lo cual sería solo resultado de la paciencia, responsabilidad y perseverancia.

Para ganar a nuestra familia no hay condiciones específicas de quien solamente puede hacerlo, es decir no importa que rol ocupamos, lo importante es el amor y la importancia que le damos a cada uno de nuestros familiares. Por ejemplo, si somos hijos iniciemos por cumplir con uno de los más curiosos mandamientos “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. éxodo 20:12” y me refiero a curioso porque, si nos detenemos a pensar es tal la importancia de este mandamiento que incluso trae un incentivo, como no entender la instrucción directa del señor, “ama y honra a tus padres” lo cual es resultado único de un amor verdadero y reverencial.  

Ahora, sí somos pareja o padres el señor es muy claro y nos enseña de forma literal como amar a nuestra familia a través del trato en Colosenses 3:18 “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 maridos, amad a vuestras esposas, y no seáis amargos para con ellas. 20 hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor. 21 padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, para que no se desanimen. 

De acuerdo a lo anterior, sin duda alguna podemos concluir que, si cumplimos con las disposiciones dadas por Dios a través de su palabra, es que fortaleceremos nuestro primer ministerio, para que a partir de allí podamos declarar lo escrito en Josué 24:12 “yo y mi casa serviremos al señor”.

-Camilo & Yuliana





Comentarios

  1. Definitivamente como dicen los prójimos más cercanos son los que viven en la propia casa y quienes realmente nos conocen. Que el señor traiga gracia, armonia y unidad sobre cada hogar.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, nuestra primera responsabilidad es el de llevar la palabra a nuestra familia para ganar su salvación. Nuestro primer ministerio es nuestra familia.
    Buen Blog

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

VOLVIENDO A LOS BRAZOS DE NUESTRO PADRE DIOS

“Y levantándose, vino a su padre, y cuando aún estaba lejos lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. (Lucas 15:20) En este capítulo, vemos como el Padre (Dios) por su inmenso amor y misericordia no le importó, ni cuestionó la condición en la que se encontraba este joven perdido, lo más importante para el padre fue su regreso, quien inmediatamente le recibe con sus brazos abiertos y le perdona. (Juan 3:16) nos muestra como Dios por amor a cada uno entregó a su único hijo, para aquel que en él crea “No se pierda”, sino que tenga vida eterna. Lo mismo nos puede suceder a cada uno de nosotros cuándo nos apartamos de nuestro Padre Dios llevando una vida de pecado, alejándonos de Él, pero cuando reconocemos nuestra falta y nos arrepentimos, siempre tenemos en Él su amor y misericordia. Su amor es tan grande que no nos cuestiona, no nos pide explicaciones, por el contrario se regocija de nuestra actitud hacia Él (humildad). Querido L...

¿NUESTRO CORAZÓN ES EL ALTAR DE DIOS?

ISAÍAS 29:13-14 “13  Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14  por tanto, he aquí que nuevamente excitare yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.” Cuando DIOS me dio esta palabra entendí que aun cuando estábamos en la iglesia, en las reuniones, muchas veces sólo asistíamos más por hábito,  que otra cosa, tal vez porque te sentías bien estando en  ese lugar, pero no porque tuvieras  un verdadero deseo en tu corazón de buscar una palabra de parte de DIOS, ya que estando ahí solo te preocupabas de que llegaran tus discípulos o de servir o estar pendiente de lo que te dijera tu líder o pastor o por las preocupaciones del mundo, pero no te preocupabas por ad...

LA OPORTUNIDAD

  Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaías 55:8-9)  Al ver la vida de Daniel, podemos describirlo como un hombre sabio, inteligente, que siempre tenía su confianza plenamente en Dios y su corazón siempre fue íntegro,  pero es necesario enfocarnos en lo que tuvo que pasar para alcanzar estas cualidades, pues observamos, que la actitud de Daniel frente a la crisis era enfrentarla, mas nunca pretendía huir de ella. Daniel nunca tuvo una oración a Dios donde le pidiera que lo librara de pasar por situaciones difíciles en su vida, pues él sabía que Dios utilizaría esos momentos para formar su corazón  y allí vería la gloria de Dios, a pesar  de estar en el horno de fuego o en el foso de los Leones mantuvo su fe en las promesas de Dios  El ho...