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SANTIDAD ES CRECIMIENTO


2ª. Corintios 7:1 

Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

La búsqueda de la santidad es uno de los más grandes retos a los cuales debemos responder en el llamado de Dios en la vida. Es motivante saber que es posible encaminar nuestras vidas a la manera de Dios. Muchos buscan satisfacer sus deseos basados en sus planes pero anhelar la santidad es propio de un corazón que quiere agradar a Dios y estar cara a cara con El.

Querer consagrar la vida a Dios exige apartarse de todo aquello que puede impedir lo que nos exige la comunión con Cristo.

Tengamos en cuenta lo que nos enseña 2ª. Co. 6:17 por lo cual salid de en medio de ellos y apartaos dice el Señor y no toquéis lo inmundo y yo os recibiré.

La santidad se logra al poder estar continuamente limpiándose de toda contaminación, se debe cultivar a diario con la palabra y en presencia del Espíritu Santo. 

Doblegar los deseos de la carne, sujetar a la manera de Dios requiere de una decisión acompañada de una gran determinación como está escrito: “Una cosa determinarás y eso harás”.

Los santos de la Biblia creyeron al llamado, se apartaron y caminaron con Dios y lograron sus promesas

Mi llamado estuvo lleno de dificultades. Durante algún tiempo ha estado rompiendo ataduras y maldiciones siempre con el deseo ferviente de agradar a Dios y servirle, tener una plena comunión con Él y experimentar  su respaldo, su  unción y  autoridad. Recuerdo que en mi primera célula estaba ministrando y un demonio se manifestó a través de un asistente y me dijo en mi cara: Tú no tienes autoridad. Esto me motivó a santificarse y a derribar los argumentos del enemigo que quería robarse mi llamado.

Uno de los mayores obstáculos para nuestro crecimiento espiritual es que solemos intentar cambiar lo que hacemos en vez de lo que somos. Crecer como cristianos es el incremento del carácter de Dios en nosotros y uno de sus atributos es la Santidad. Por ello es necesario cultivarla, porque sin santidad nadie verá a Dios.

-Carlos y Estella Castro 




Comentarios

  1. ORLANDO BERMÚDEZ
    Amén, sin santidad es imposible ver a Dios, si, y no solo es cambiar lo que hacemos (lo exterior) sino un cambio en lo interno (corazón)1 sam 16:7

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  2. Amén porque el carácter de Dios es la santidad bien Carlos

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  3. Amén porque el carácter de Dios es la santidad bien Carlos

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