2 Timoteo 4:8 TLA Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no sólo a mí me la dará, sino también a todos los que esperan con ansias su regreso. Si tenemos algo seguro, inamovible, es el regreso de nuestro amado salvador Jesús, pero miremos la primer parte del versículo dice que <<recibiremos una corona como premio a nuestra obediencia>> Te pregunto en este día, ¿Tu vida está siendo enmarcada por la obediencia? Si el día que el Padre ha determinado que su hijo regresa fuera hoy, ¿Estarías listo para recibir esa corona? Lo cierto es que nadie sabe ni el día ni la hora exacta, ni siquiera el Hijo lo sabe, solo el Padre que está en el cielo, a lo que nos llama la Palabra es a estar PREPARADOS, Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen Mt 24:44.
Querido amig@ estamos en medio de una carrera donde lo más importante y lo que realmente hace la diferencia no es dónde o cómo comenzaste, sino cómo vas a terminar y si vas a llegar a la meta. Habitualmente tenemos metas en diferentes ámbitos de nuestra vida, en el área económica, familiar, sentimental, laboral, etc, y siempre estamos trabajando, mejorando, creciendo en pro de alcanzar esas metas, pero esas metas hacen parte de una existencia terrenal, cuando conquistes esas metas, van a pasar a una lista de logros alcanzados y ya, vas a tener la satisfacción del deber cumplido, pero hasta ahí, va ser algo que va a pasar, que es efímero, de corta duración; la meta de la que te hablo va más allá, nadie te la puede quitar, no es comparable con lo que tú puedas considerar más valioso, tiene un valor único y muy especial.
Busca al Señor en intimidad, deléitate en su presencia, derrama tu corazón ante el trono de la gracia y escudriña su Palabra, entonces conocerás su voluntad y vivirás no para tus propios deleites o tus sueños personales, sino para hacer lo que Dios te ha llamado hacer, seguirás el camino que Él ha determinado que tu sigas, estarás cumpliendo el propósito por el cual fuiste creado, y entonces estarás persiguiendo esa Meta y esa Recompensa que tiene más valor y que es más importante que cualquier otra, una ETERNIDAD junto a tu maestro, una recompensa traducida en una corona de justicia.
Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo. Flp 3: 12-14. Mantente alerta, vigilante, preparado, que si Jesús regresará hoy, tú tuvieras la paz, la certeza y plenitud de estar obedeciendo sometido totalmente a su voluntad.
-Paula Rodríguez
Algunas personas no han entendido la situación que estamos viviendo y no se vuelven a Dios de todo corazón, es tiempo de acercarse a su presencia y saber que estamos listos para una eternidad junto al Padre.
ResponderEliminarAlejandro Rey
Amén. Preparados para la eternidad.
ResponderEliminarAmen. El fin del.hombre es la eternidad y cada día debemos pensar que aquí tan solo somos peregrinos. Que no nos desviemos ni a derecha, ni a izquierda.
ResponderEliminarEstar listo cada día para la eternidad es creer, confiar y vivir para Dios! Sin importar las circunstancias!
ResponderEliminar