NO TE PIERDAS DEL PRESENTE

Lucas 10:38-42 

Es la historia de Martha y María, Eran dos hermanas que estaban esperando la llegada de Jesús a su casa. Martha como buena anfitriona que era, estaba preparándolo todo, yo me la imagino abriéndole la puerta a su invitado toda llena de harina de pan con un trapo en su hombro y diciéndole a Jesús que se sentara y luego salir corriendo a arreglar todos los preparativos estresada por los detalles, pero entonces llega María a ella me la imagino con su ropa de casa o bueno a la que ahora llamamos ropa de cuarentena y ve a Jesús en la sala y corre a sentarse a los pies de Jesús, a ella no le importaba si el piso estaba barrido o no, a ella no le importaba si la sala estaba arreglada, solo quería escuchar a Jesús. Y mientras tanto Martha afanada corriendo para que todo estuviera perfecto y súper enojada con María porque no le ayudaba, yo creo que en ese momento le estaba haciendo señas a María para que le llevara un café a Jesús, en esta historia se ve ese contraste entre Martha y María. En el que vemos una María que no tenía el afán de tener controlado el centro de todo, era toda paz y amor, en cambio Martha estaba obsesionada por tener el control y por el afán de agradar a todos, terminó siendo corregida por Jesús. 

En este tiempo nos hemos dado cuenta que todos tenemos una Martha dentro de nosotros. Si, nos gusta planearlo todo, que todo tiene que hacerse como tú dices, pero, quiero que el día de hoy te hagas esta pregunta ¿puedes controlar todo lo que pasa a tu alrededor? ¿Puedes controlar el virus para que no entre a este país y no cambie tus planes? no, no puedes, pero estamos como Martha afanados por tenerlo todo controlado y eso, solo refleja que no tienes fe, cuando no tienes fe en Dios la opción que te queda es tenerlo todo planeado, todo controlado.

Hemos perdido nuestros ojos de la meta porque nos empezamos a comparar, empezamos a fijar nuestros ojos en los demás, nos empezamos a preocupar con cosas que aún no han pasado y empezamos a tratar de correr más rápido que los demás y a tratar de siempre estar un paso al frente del resto, pero nos olvidamos que en esta carrera el ganador no es el que llegue de primeras porque el primer lugar ya se lo llevaron hace 2000 años y fue un hombre llamado Jesús, 

Soy la persona que más detesta pasar por procesos, yo quiero todo para ahora, entonces empiezo a planearlo todo y no me importa si eso implica saltarme uno que otro, pero cuando me doy cuenta me he perdido de la mejor parte, es verdad los procesos son dolorosos y por eso queremos pasarlos más rápido y empezamos a correr a ser como una Martha afanarnos por los detalles y nos frustramos cuando algo no sale como queremos, pero los procesos son necesarios para aprender, no hay nada más desgastante que tratar de controlar algo de lo que no tienes el control, que eso es el futuro y de tanto querer controlar el futuro te pierdes de vivir el presente. Por tu afán de pasar los procesos más rápido y de tener el control de todo lo que pasa te quita el gozo y te pierdes de esos momentos irrepetibles

Hoy quiero que juntos podamos aprender que te estás perdiendo de los regalos de Dios por estar afanado, la vida es una carrera y está llena de caos y no todos tus planes saldrán como tú quieres, una palabra que me encanta es la de filipenses 4:6 (parte 1) “no se preocupen por nada; en cambio, oren por todo” es así de simple, tus planes cambiaron porque todo se pausó. Ora, el proceso por el que estás pasando es muy difícil y sientes que vas a rendirte. Ora, cada día trae su propio afán Dios cada día te dará fuerzas nuevas para pelear en ese día, así que, no hay necesidad de angustiarse por el futuro… simplemente ora.

-NATALIA REY RIZZO.