“Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.”
(1Corintios 8:2-3)
La palabra “aprobado” es la que indica que alguien es idóneo para algo y “obrero” es una persona que tiene por oficio hacer un trabajo manual o que requiere un esfuerzo físico. Pensar en esto nos lleva a examinar ¿cómo estamos asumiendo nuestro llamado como padres, hijos, discípulos, líderes, vecinos, administradores de nuestro tiempo y finanzas?, la palabra de Dios nos enseña que debemos esforzarnos para poder presentarnos delante de Dios y recibir su aprobación, nos dice que seamos buenos obreros para que no tengamos de que avergonzarnos. Cuando nos habla de esforzados nos está diciendo que seamos decididos, animosos, valientes, alentados, vigorosos, incansables, luchadores, valerosos, osados, emprendedores, energéticos, arriesgados, de un gran corazón, con la finalidad de lograr y obtener su objetivo aun en medio de las dificultades. Así que nuestra esperanza es que tenemos hogar en el cielo pero debemos de tener claro que esa eternidad que queremos tener, dirija todas las decisiones de nuestra vida terrenal y es por esto que no debemos desfallecer, porque cuando Dios nos creó nos dio cada una de estas características, nos diseñó a su imagen y semejanza para que seamos aprobados delante de Él.
Eric Liddel nació en China el 16 de enero de 1902, donde sus padres que eran escoceses, trabajaban como misioneros para la Sociedad Misionera de Londres. Desde muy joven demostró grandes aptitudes para las pruebas atléticas de velocidad. Fue seleccionado para competir en los Juegos Olímpicos de París 1924 en los 100 y 200 metros planos. Eric era especialista en los 100 metros, pero cuando se enteró de que la final de la prueba se disputaría un domingo, renunció a correr porque estaba convencido de que el domingo era el día del señor, decisión que fue criticada duramente por la delegación escocesa; también por la prensa británica que lo atacó diciéndole: “Es un traidor a los deportes de Escocia”. Aun así Eric decidió que competiría en otras dos distancias, los 200 y los 400 metros, pero como no era su especialidad, entrenó muy duro para llegar lo mejor preparado posible. Nadie esperaba que ganara, menos alguien que prefería predicar un domingo antes que entrenar. Sin embargo, clasificó para los 400 metros, pero estaba muy lejos de ser uno de los favoritos. Las finales se llevaron a cabo el viernes 11 de julio de 1924 y mientras se preparaba para ir al estadio, el masajista del equipo le pasó un pequeño pedazo de papel doblado que decía: “Ese que me honra a mí, yo lo honraré” (1 Samuel 2:30) y fue así como en este primer evento los 200 metros, Eric consiguió la medalla de bronce. Pero luego llegaría su gran momento en los 400 metros, donde lograría una victoria donde además seria récord olímpico, donde se convertiría en un héroe y lo llamarían el Escoses Volador o el hombre más rápido del mundo. En 1925 a pesar de tener una carrera como deportista exitoso, Eric renunció a todo por ser misionero como sus padres. Allí fue maestro de colegio y profesor de atletismo en zonas de extrema pobreza y muy peligrosas, la vida en este lugar no era fácil, pero decidió continuar aun sabiendo que padecía de un tumor cerebral. Las últimas palabras de Eric fueron: “ES UNA RENDICIÓN TOTAL” en referencia a como había entregado su vida para servirle a Dios y presentarse delante de El como un obrero aprobado.
¿Estás dispuesto a dar tu 100% para presentarte delante de Dios como un obrero aprobado?
LEONARDO Y CAROLINA RODRIGUEZ
Debemos esforzarnos para ser aprobados delante de Dios,Dios prueba nuestra fidelidad y honra a los que lo honran.
ResponderEliminarRendirnos al los pies, de nuestro Señor JESÚS y dejar que el sea nuestro guía
ResponderEliminarDejar que Dios nos guíe y rendirnos a su voluntad..
ResponderEliminarBueno para ser aprobados se nesecita obediencia trabajo amor rendirnos a los pies de Cristo saber para que nacimos , y para donde vamos y aveses en nuestro diario vivir se nos olvida porque ponemos los ojos en lo físico y es ahí la distracción pero cuando nos esforzamos no nos interesa la crítica ni lo que estemos pasando si no es amor de Jesús que es lo que debíamos acordarnos quien quien quien dio la vida por nosotros ahí si damos todo y estaremos dispuestos a ganarnos ese don DE OBRERO APROBADO CON LA AYUDA DE DIOS😇😇😇
ResponderEliminarPersistir, resistir y nunca desistir
ResponderEliminar💪💪🙏
ResponderEliminarToda aquel que honra el nombre de Dios y se rinde a sus pies, El también le honrará y será aprobado para toda buena Obra.
EliminarGracias Leo y Carolina.
Todo aquel que honra el nombre de Dios y se rinde a sus pies, El también le honra y lo hace Obrero aprobado.
ResponderEliminarGracias Leo y Carolina , buena enseñanza.
Tremendo testimonio de alguien que tenía muy claro que estaba primero, pero que también daba la milla extra en todo lo demás.
ResponderEliminarGracias Leito y Caro.
Martha Castañeda
Sólo los valientes arrebataran el reino, y Dios nos llama, de nosotros depende cuánto estamos dispuestos a entregar por El!!! Gracias amigos
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