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¿QUIÉN HACE LA DIFERENCIA?

  "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." Romanos 12:2



Ministra en Kenia, hay un lugar llamado Maasai Mara. Es una reserva nacional, un área de pastizales donde no hay vallas publicitarias, no hay letreros, no hay redes eléctricas y hay muy pocas personas. En cambio, hay leones, elefantes, cebras, jirafas, guepardos, babuinos y una gran variedad de otras criaturas. Es un lugar realmente hermoso. La reserva limita con el Parque Nacional del Serengueti, en Tanzania.
Un hacedor de la diferencia fue de safari a esa reserva nacional. Descubrió que su guía no era cristiano, por lo que lo llevó a Jesús. Tomás, el guía, se dio cuenta de que tenía un llamado en su vida. Comenzó a predicar bajo un árbol y llevó a la mitad de su tribu a Cristo. Ahora, cada domingo, 200 personas se presentan al edificio que una congregación estadounidense ayudó a construir.
Se organizó un viaje misionero para apoyar esta obra de Dios. El pastor Tomás recibió parlantes, un amplificador y un sistema de sonido, una pantalla, un proyector e incluso una motocicleta. Ahora sale a todos los pueblos de los alrededores, con un montón de equipos en su motocicleta, y muestra películas para enseñar a otros sobre Jesús. El pastor Tomás está haciendo la diferencia.
Se construyó una escuela. Ahora se enseña a más de 300 niños a leer y escribir. Un ministerio vino a cavar un pozo para dar agua limpia a la gente; cada día, 1000 personas son beneficiadas por ese pozo. El excedente del agua va a un abrevadero donde las vacas pueden venir y beber. Nada de eso se desperdicia. Las personas traen sus cubos y los llenan para obtener agua limpia, y escuchan acerca de Jesús, el Agua viva.
Todo esto sucedió porque un hombre en un safari decidió que iba a marcar la diferencia y compartió el evangelio con su guía. Dios puede usarnos a ti y a mí para marcar la diferencia mucho más allá de lo que podríamos esperar o imaginar. Cuando permitimos que Jesús nos dé valentía, para que él cambie nuestros corazones y nuestras mentes, para que vivamos para la gloria de Dios, podemos hacer la diferencia.
Ora
Dios, dame valentía. Ayúdame a tomar mi lecho y caminar para que otros puedan verte y darte gloria. Tengo un legado para dejar que cambia la historia, que hace la diferencia, que da vida y tiene poder del Espíritu. Jesús, ayúdame a hacer la diferencia en tu nombre.



Comentarios

  1. Nada debe detener nuestro llamado, Dios nos equipa para hacer su obra, no hay excusas

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