BUSCANDO DE TODO CORAZÓN A DIOS

Inicia un nuevo mes y la verdad no sé cómo estés viviendo el tiempo de pandemia, pero realmente para mi ha sido un tiempo de buscar a Dios y conocerlo. Hoy te quiero compartir una reflexión que está en Jeremías 29 :11-13

¹¹ Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. ¹² Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;¹³ y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

El primer versículo nos lleva a entender que el plan de Dios para nuestra vida es bueno, aun cuando todo se vea mal, te puedo asegurar que “Dios esta mas interesado en lo que ocurre dentro de ti, que la situación por la que estás pasando” y esto conlleva que todo esto nos ha estado afirmando a todos, nos ha llevado a depender de él. 

No sé si al iniciar el año le hayas pedido a Dios en oración “Señor dame fe, Señor dame paciencia, Señor ayúdame a esperar en ti, señor permíteme estar en un nuevo nivel de unción”, querido lector ¡Bienvenido a la Pandemia 2020! donde tu oración ha sido escuchada. Si hiciste alguna de estas oraciones no pretendas que venga la respuesta por arte de magia, Dios no actúa así, Él te dispone las situaciones para que las enfrentes y por añadidura tu oración sea cumplida. 

Dios tiene todo para ti solo necesita que le ores, él te ama y te lo recuerda en la palabra muchas veces, hasta te dio una demostración de amor incalculable ¡Su Hijo en la cruz!

El versículo 12 dice “me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré”. Amigo sin oración no hay transformación. ¡Dios está deseoso de oírte de saber tu necesidad, de escucharte, de tomar tus lágrimas, tus heridas, aun sanar los momentos de tribulación que vivas en tu casa o trabajo, Dios no está lejos está más cerca de lo que te imaginas, pero debes hablarle, aprovechas las intercesiones, aprovecha tu célula, tu grupo go!, tu reunión dominical y tu tiempo devocional, mira cuantas citas tienes para poder conocer lo maravilloso de Dios.

Y así continúa este pasaje hasta mi versículo favorito, el 13 “y me buscaréis y me hallaréis, ¡porque me buscaréis de todo vuestro corazón” ¡Me Encanta! Es Dios mismo diciéndote me buscareis y me hallareis ¡Wow! Esto quiere decir, querido lector, que le encontraremos. Claro está, tenemos una condición buscarle de todo corazón, y ese “todo corazón” es el detonante para hallarle. 

Te digo buscar de todo corazón no es tan difícil, pero si radical, es entender que buscarle de todo corazón requiere: santidad, entrega, servicio, quitar tus “no me parece” o “será que esto o aquello es de Dios” se trata de romper tu “yo siento, yo pienso y yo creo” y decir: “Señor instrúyeme, Señor haz en mi tu propósito”.

Creo que la primera vez que busque a Dios te todo corazón fue a los 17 años cuando mi papá sufrió un accidente cerebro vascular y no sabíamos que podría ocurrir en su vida. Conocí de Dios desde los 8 años y sabia que era orar y quebrantarme en su presencia, pero no sabia que era buscarle de todo corazón, ese momento fue el día malo como familia. Pero sabes, hoy agradezco por ese momento por que sin quebrantamiento no tendría avivamiento en mi espíritu.

Esa noche que oraba por mi padre no fue una oración pasiva, fue una oración clamando por misericordia, clamando porque el dictamen medico fuera diferente, porque mi padre tuviera una segunda oportunidad y pudiera conocer a Dios, pero también confieso que ore desatando su voluntad entregándolo. No se si hayas pasado por un momento similar, pero desatar su voluntad en una situación así es tan fuerte porque sientes literal que tu corazón de piedra se vuelve de carne que solo puedes llorar y llorar. Esta fue mi primera vez y desde ese momento aprendí que es buscar de corazón, que es entregar el todo por el todo sin cuestionar, que es depender de Dios, que es llorar con lagrimas que salen del corazón, que es gemir en secreto, que es postame de rodillas y clamar por un cambio.  

Les puedo asegurar no necesitan pasar por una situación difícil como en mi caso, Dios opera en nosotros de forma diferente pero el resultado es el mismo hallarle, saber que es su presencia, deleitarse y sentir el consuelo y amor.

¡Te reto en este mes a que busques de Dios, que ores y que te rindas sin condición!

-Paola Sierra