Adorando al Rey

“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.” Salmos 42:1

Por años había entendido que la adoración era solo ir a la iglesia y cantar frente a la tarima. La verdad es que la adoración va mucho más allá. La adoración comienza desde nuestra intimidad con Dios y  esto se refleja en la manera en cómo actuamos. La adoración es la actitud del corazón con tal de agradar a Dios. Este pasaje de Salmos nos muestra que nuestra adoración y nuestro clamor debe ser como el de un ciervo que tiene sed. Nuestra sed de Dios debe ser una sed insaciable. Que nuestro corazón ponga en prioridad el adorarle y amarle a Él. Que el clamor nuestro sea un clamor que venga desde lo más profundo de nuestro ser.

Nuestros actos reflejan lo que hay en nuestro corazón. Dios nos hizo con el propósito de adorarle. Debemos adorarle en todo tiempo y en todas las circunstancias, a si sea lo más adverso. Alguien referente en la Biblia acerca de la adoración es Job. Job fue atacado por el enemigo y perdió prácticamente todo lo que tenía. Sus bienes y todo lo que Él tenía lo perdió, pero su fe lo mantuvo firme. Job a pesar de la prueba no dejo de adorar a Dios. Job fue alguien justo delante de Dios y tiempo después de la prueba, Dios le  devolvió el doble de lo que él tenía. Hay que adorar en todo tiempo. La adoración mueve la mano de Dios a nuestro favor y también es nuestra forma de agradecimiento por todo lo que él ha hecho. Dar gracias así como lo hizo Job.

Cuando comencé a adentrarme en la música entendí la importancia de adorar y alabar a nuestro Rey. La música y en general la alabanza es solo una de las maneras en las cuales podemos expresarle a Dios todo lo que sentimos por Él. También hay que adorarle por el solo hecho de que nos regaló vida a través de su hijo Jesús y por las maravillas que hace. Dios uso la música para que yo entendiera la verdadera adoración. Tu caso puede que sea diferente, pero no es impedimento para que adores a Dios. Recuerda que lo que debe primar en nuestra vida es tener tiempo de intimidad con El. Que el temor no sea una barrera para tu poder adorarle con libertad. Por último, haz de la adoración un estilo de vida.

“Mas la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”

S. Juan 4:23

-Abraham González