1ª. Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
La tentación es un estímulo que invita e induce al pecado. Es diferente a pecar. No proviene de Dios sino de nuestra propia concupiscencia cuando permitimos deseos desordenados.
Llega a nosotros por los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Esa ha sido la estrategia del enemigo desde tiempos antiguos. Fue de esa manera como tentó a Adán y Eva en el paraíso y al Señor Jesús en el desierto y como lo sigue haciendo aún en este tiempo. Su estrategia no cambia.
Siempre a través de la tentación el enemigo busca que nos independicemos de Dios, que desconfiemos de Él y dejemos de adorarle.
Nos independizamos de Dios y buscamos hacer las cosas en nuestras propias fuerzas diciéndole al Señor que no lo necesitamos cuando no oramos, no consultamos su voluntad y tomamos decisiones alejados de su palabra.
Desconfiamos de Dios cuando dejamos perder la palabra de Dios en nuestra vida: El enemigo hablo al oído de Eva diciéndole: con que Dios ha dicho y entonces ella dudo de la verdad de Dios.
Dejamos de adorarle cuando nuestra fuente deja de ser Dios; buscamos las riquezas, el éxito, nuestras relaciones emocionales sin obedecer y alejándonos de su propósito.
Y la tentación llega en nuestros momentos de mayor fragilidad: Cuando estamos cansados, tenemos hambre (física, emocional, espiritual, etc.) o estamos pasando por momentos en que nuestra fe es probada: tiempos en los que el enemigo quiere hacernos creer que Dios no está con nosotros.
La buena noticia es que Dios nos da su estrategia para vencer la tentación y no caer en pecado: ser sobrios y velar.
“Cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte” Santiago 1: 14-15
-CARLOS Y STELLA
Dios nos guarde de toda tentación.
ResponderEliminarGracias Carlitos y Estella
ResponderEliminarIdentificar nuestras debilidades nos mantiene alertas ante la tentación y así clamar por firmeza y templanza.
AMÉN, así es.
EliminarAsier En la fidelidad a nuestro Dios nos permite caminar y ver la victoria.
EliminarGracias a Dios que tenemos el espíritu Santo que nos ayuda a vencer la tentación gracias por ese mensaje DTB
ResponderEliminar