Ir al contenido principal

SÓMOS ARCILLA DE DIOS

“Las manos del artesano no tienen tiempo ni edad, son sentimientos acumulados que echan pronto a volar.

Son manos que con destreza hacen un solo nudo, que unen corazón y cabeza creando su propio mundo”.



“Tan sólo barro, esculpido, tallado por unas manos invisibles, poderosas, Manos delicadas, fuertes, intensas para expresar sentimientos, expertas para manejar materiales con los que se crea piezas únicas, originales  y más aún su mejor obra tú”.


Toma este momento para mirar tus manos, tu cuerpo  y te darás cuenta que son obra de un maestro perfecto, que no olvido ningún detalle. Hoy debemos  recordar que nada se le ha escapado a sus ojos, nos conoce pura y perfectamente, muchas veces chocamos con su voluntad porque quisiéramos entender la  manera en el que Él trabaja, unas en silencio, otras en fuertes estruendos,  nos resistimos a su amor por miedo a pensar que su idea no es la mejor,  mientras la mía le grita así es mejor ¡Señor!, pero llega el camino donde sólo hay una salida confiar y Creer  es sólo ahí donde nos entregamos sin condición;  se produce lo mejor: me conoces ,me gusta mucho el significado de esta palabra “Conocer” Nos observa cuidadosamente,  sabes esto significa que se toma su tiempo para enseñarnos, para sanarnos, es paciente, te lleva a tocar tú mismo dolor con su amor  y es allí  cuando ya no lo miras igual, ni le escuchas de la misma manera; porque se ha producido lo que ÉL ARTESANO ha buscado desde que tomo este barro en sus manos, hacerte suyo y tú sólo de Él, así que ya no es tu dolor ni tu sufrimiento, ni tu perdida, Él toma lo que habíamos  perdido “El Control”,   y puedes  decir “tu amor lo vale todo”, tan fuerte!! Tan suficiente, para levantarme de todo este  dolor, tristeza, este vacío,  hermoso Dios, hermoso salvador!!!.  Amor inagotable capaz de cubrir mis heridas, mi vergüenza….


Tal vez ha sido cuestión de preparación,  de transformación, o llámalo tiempos de cambios, estas sediento por una respuesta del señor, necesitas con urgencia esa respuesta, pero a este punto ya no tienes las fuerzas, o te has cansado de esperar, no huyas de tu situación, estamos en una delgada línea de avanzar o quedarnos en un mismo estado, el profeta Jeremías necesitaba esa respuesta urgente, se sintió abandonado y cansado, El Señor se le presenta en Jeremías 20:7 “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste” su pregunta era ¿dónde estás?, entonces Dios le responde de la manera menos inexplicable para un humano, Jeremías 20:9   Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude”. 

Su respuesta “Fuego” no sólo es la arcilla en las manos del artesano, se necesita el fuego, el poder de su Espíritu,  para que la vasija se haga fuerte, duradera en el tiempo, en la prueba, resistente ante los cambios, se transforme  en una pieza única que  la hace de tanto valor, estimada a sus ojos.

Pide y busca  que su fuego venga y te cale hasta lo más profundo de tu ser…


LEE:

2 de Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros”.

By Mache R






Comentarios

  1. Primero, las manos de Dios nos forman. Y, sus manos están en nuestras vidas. Él sabe cómo aplicar presión hábilmente, cómo frotar, o cómo apretar y empujar; todo esto diseñado para hacernos una vasija apta para su uso. A veces incluso nos coloca en el horno donde los fuegos de la vida nos convierten en vasos más sólidos para su uso.
    Romanos 8:28 dice que Dios obra todas las cosas para el bien de los que lo aman y son llamados de acuerdo a su propósito, pero el siguiente versículo nos da su propósito: “ser conformados a la imagen de su hijo” (ver Romanos 8:29).

    ResponderEliminar
  2. Isaías 64:8
    Reina-Valera 1960
    8 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

    ResponderEliminar
  3. Amen. Somos la obra maestra del señor ! Nadie mejor que él para saber quién es cada uno de nosotros.

    ResponderEliminar
  4. Nosotros somos metafóricamente una arcilla, quienes permiten que entré Jesús a sus corazones serán transformados. El mensaje de Dios a Jeremías fue que siempre debemos confiar en Él y dejar que a través de Su Palabra y Su Espíritu Santo nos haga como quiere que seamos.

    ResponderEliminar
  5. Amen Mache. El señor es nuestro alfarero y nos moldea para hacernos más como el y aunque aveces duele el proceso, sabemos que a los que lo amamos todo obra para bien. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Por eso tenemos que aceptar las manos de nuestro Alfarero sobre nosotros, “amasando” nuestro carácter y nuestra voluntad hasta que sean uniformes y semejantes a los de Cristo – “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” (Efesios 4:13)

    ResponderEliminar
  7. Es muy fácil que reconozcamos nuestra condición terrenal: hechos de barro, pues somos frágiles y aparentemente no somos de mucho valor. Por consiguiente, vemos nuestra baja condición terrenal y no nos damos cuenta de nuestro valor y cuán especial somos en la creación de Dios.

    ResponderEliminar
  8. La Biblia dice que Dios es el Alfarero y nosotros somos el barro. Cuando estamos abiertos a la voluntad de Dios en nuestras vidas, Él nos moldea, transforma, y santifica si andamos con Él.

    ResponderEliminar
  9. Amemos la obra de Dios hasta el final

    ResponderEliminar
  10. Amén. Forjados en sus manos, tomando la forma que El nos quiere dar y luego afianzados por el fuego de su Espíritu. Permitamos que el proceso se lleve a cabo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

VOLVIENDO A LOS BRAZOS DE NUESTRO PADRE DIOS

“Y levantándose, vino a su padre, y cuando aún estaba lejos lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. (Lucas 15:20) En este capítulo, vemos como el Padre (Dios) por su inmenso amor y misericordia no le importó, ni cuestionó la condición en la que se encontraba este joven perdido, lo más importante para el padre fue su regreso, quien inmediatamente le recibe con sus brazos abiertos y le perdona. (Juan 3:16) nos muestra como Dios por amor a cada uno entregó a su único hijo, para aquel que en él crea “No se pierda”, sino que tenga vida eterna. Lo mismo nos puede suceder a cada uno de nosotros cuándo nos apartamos de nuestro Padre Dios llevando una vida de pecado, alejándonos de Él, pero cuando reconocemos nuestra falta y nos arrepentimos, siempre tenemos en Él su amor y misericordia. Su amor es tan grande que no nos cuestiona, no nos pide explicaciones, por el contrario se regocija de nuestra actitud hacia Él (humildad). Querido L...

¿NUESTRO CORAZÓN ES EL ALTAR DE DIOS?

ISAÍAS 29:13-14 “13  Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14  por tanto, he aquí que nuevamente excitare yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.” Cuando DIOS me dio esta palabra entendí que aun cuando estábamos en la iglesia, en las reuniones, muchas veces sólo asistíamos más por hábito,  que otra cosa, tal vez porque te sentías bien estando en  ese lugar, pero no porque tuvieras  un verdadero deseo en tu corazón de buscar una palabra de parte de DIOS, ya que estando ahí solo te preocupabas de que llegaran tus discípulos o de servir o estar pendiente de lo que te dijera tu líder o pastor o por las preocupaciones del mundo, pero no te preocupabas por ad...

CREYENDO EN LAS PROMESAS DE DIOS

"Promesas" ... Sé que Dios te ha dado tantas promesas a lo largo de tu vida , que tal vez por el tiempo o por lo que has tenido que pasar   te has olvidado de ellas. Conocemos la historia de Abraham y Sara, que Dios les dio la promesa de que iban a tener un hijo   y   que su descendencia iba a ser numerosa Génesis 17:3-9, en un principio no creían en esa promesa por qué les parecía algo imposible pues ya eran avanzados de edad y Sara era estéril. Pero ¿Que sucedió?... Abraham necesitaba fe para poder creer en esa promesa, puede que Abraham y Sara se hubieran rendido por las circunstancias difíciles o por el tiempo que había pasado ... pero decidieron creer en esa promesa y poner su confianza en Dios.  Sabes, creer en las promesas de Dios también significa esperar con alegría, Cuando tenía 13 años Dios me dio una promesa en Isaías 10:27, y él me decía que a través de la unción que el derramará sobre mí, el quitaría el yugo... Y yo le creí, pero en esos mismo...